
Habia una vez una silla que una vecina le regalo a mi clienta, ella la tenia guardada hasta que reformo su cuarto y me contacto. Estaba muy deteriorada pero yo sabia la hermosura que escondia detras de esos desgastes y roturas.
La cole por alla por aca, tensamos de nuevo los resortes, y la pinte dandole un aspecto de gastada con el tiempo, y la retapice con los colores del cuarto de Cristina.
El resultado aqui lo ven, años de vida para una silla que ya cuenta con varios en su haber.
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